Dícese
que Baco, dios romano del vino y la algarabía, se sentó a “descansar” bajo la
sombra de una montaña. Tirado allí, como había caído, durmió unas cuarenta
horas, hasta que en el segundo día ya comenzó a sentir la picazón del sol,
carro de Apolo, quien fustigaba con sus látigos la frente de Baco. Luego de que
éste se levantó, bebió un largo trago de su interminable bota de vino, y trató
de entender donde se encontraba. Vio por allí una dulce cabra de monte de la
cual se enamoró, la tomó y yació con ella hasta que se quedaron dormidos. Al
despertar la cabra notó la ausencia del beodo dios (nunca más lo volvió a ver),
y parió, a los 23 meses (el niño estaba cómodo donde estaba) una criatura
hirsuta y huraña, que apenas salió al mundo comenzó a trepar piedras. Así
sobrevivió el niño, devorando rocas y hierbas y de vez en cuando un buen asado.
Lo lugareños, aterrorizados, llamaron Geólogo a la criatura, debido a su
afinidad a las piedras. Luego intentaron educarlo, lográndolo a medias.
lunes, 18 de junio de 2012
Mito de la creación del primer geólogo.
viernes, 8 de junio de 2012
Alfons Mucha
Alfons Mucha nació en la ciudad de Ivancice (Moravia, Imperio austríaco) el 24 de julio de 1860. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Múnich. Se mudó a París en 1887 y continuó sus estudios en la Académie Julian y en la Académie Colarossi, produciendo al mismo tiempo ilustraciones para revistas y publicidad. Su salto a la fama lo logró con los carteles litográficos que realizó para la actriz Sarah Bernhardt y su Théâtre de la Renaissance, desde 1895 hasta 1901.
Otra etapa del recorrido artístico de Mucha son las creaciones para la serie de alhajas realizadas por el joyero parisino Georges Fouquet siguiendo los diseños de Mucha.
Mucha produjo una gran cantidad de pinturas, pósteres, avisos e ilustraciones así como diseños para joyería, alfombras, empapelados y decorados teatrales (litografías) en lo que llegó a conocerse como el estilo Art Nouveau. Los trabajos de Mucha frecuentemente introducían mujeres jóvenes, hermosas y saludables, flotando en atuendos vagamente neoclásicos, frecuentemente rodeadas de exuberantes flores las que a veces formaban halos detrás de sus cabezas. Este estilo fue imitado con frecuencia. De todos modos, Mucha intentó distanciarse de tal estilo a lo largo de su vida, insistiendo que más que adherir a cierto estilo en boga, sus pinturas se originaban en su propia inspiración. Declaró que pensaba que el arte existía para transmitir un mensaje espiritual y nada más; de allí su frustración por la fama que logró a través de un arte básicamente comercial.
Murió en Praga el 14 de julio de 1939 a consecuencia de una pulmonía y allí fue enterrado, en el cementerio de Vysehrad. Su última pintura fue El juramento de unión de los eslavos.
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