En una región del antiguo estado de Jin, llamada Huanxu, durante el Periodo de Primaveras y Otoños, crecía una planta de té muy especial. No hacía falta regarla y sus delicadas hojas se desarrollaban mejor cuanto más árido era el clima. El sabor de este té fue descripto por Cui Hong en su obra Shiliuguo Chunqiu, aunque el original de este fragmento se encuentra perdido. Cui Hong describe un “sabor inspirador, por el cual se siente como deslizarse sobre nubes a través de los valles”. No se sabe a ciencia cierta si el té producía efectos narcóticos o alucinógenos, pero la tradición oral de la región recuerda su exultante sabor, superior a cualquier otro tipo de infusión.
La característica sobresaliente de esta planta era que sus hojas crecían ya secas y así se retiraban. Una sola gota de agua podía disolverla por completo. Al agregarlas al agua caliente, ésta se tornaba de un color verde-amarillento en forma inmediata y las hojas desaparecían si dejar residuos.
Los habitantes de Huanxu las cosechaban cuidadosamente y las colocaban en cajitas herméticas lacadas interiormente con una resina que importaban del sur y que mantenía su contenido perfectamente impermeable. Estas cajitas ornamentadas eran muy apreciadas en los mercados de Luoyang en los tiempos de la segunda dinastía Han y se exportaba como objeto de valor a otras regiones del mundo.
Luego de la caída de la dinastía Jin, los agitados acontecimientos que la sucedieron impidieron la importación de la resina que mantenía secas las hojas y los artesanos no supieron reemplazarla (cualquier otra técnica no permitía que las hojas perduraran lo suficiente como para su exportación). El consumo del té Huanxu comenzó a ser exclusivamente local, incluso después de la instauración del nuevo orden de Shíliù Guó o de los Dieciséis Reinos. La construcción de los grandes canales por Sui Yangdi y su antecesor Sui Wendi, provocó que la tierra donde se cultivaba esta planta se humedeciera por demás e impidió su cultivo. Se dice que esta tierra era muy especial, pues los intentos de cultivarla en otros lugares jamás dieron resultados favorables. Con la desaparición del té Huanxu, la misma región de Huanxu fue olvidada por el resto del mundo.
Muy interesante.
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